Vicente Suárez 24, Condesa, Ciudad de México. CP 28021 | Todos los Días 12PM-20PM
Sabias que
Nuestra historia
El arte de crear
El concepto nace hace 10 años en la ciudad de San Miguel de Allende, en la sobremesa de un restaurante llamado La Carpa, hoy ya desaparecido, donde nuestro gran amigo Ettore Apolonio de origen italiano deleitaba a los grandes amantes de la comida italiana, ahí, en el interior de esta carpa circense y a la vista de la cuerda floja con su funambulista, nace nuestro primer helado orgánico, Napolitano Ettorino, una base blanca realizada con leche de vaca jersey y el gran sabor de una orquídea proveniente de nuestras costas de Veracrúz, la vainilla y en su interior, un sembrado de uvas pasas remojadas previamente durante algunos días en Disaronno.
La gran escuela de Sergio R. Mantello, en Argentina, donde aprendimos la formulación, calibración y estructura del gelato italiano, a la técnica francesa de Philippe Faur, con sus especialidades clásicos como el glacée au foie de canard, armagnac pruneaux, nace el arte de crear helado.

Los problemas nos inspiran
Lo que importa es lo de adentro
A veces, los problemas más grandes y las tristezas más fuertes nos inspiran; el diagnostico de mi hijo mayor con síndrome de Asperger (Autismo de alto funcionamiento), ya que cada vez que pasábamos junto a una heladería se convertía en un momento de angustia al tener que negarle ese placer. Así surge la necesidad de desarrollar un helado con ciertas características para que él y otros con las mismas limitantes puedan consumir.